- La En México existe la creencia de que la formalidad de una empresa o negocio sólo representa un gasto debido al pago de impuestos; sin embargo, pertenecer al sector formal tiene varios beneficios tanto para el dueño como para los propios trabajadores.
Un análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que las empresas mexicanas crecen a buen ritmo si formalizan sus operaciones, ya que aquellas con carácter formal y una cuenta bancaria registraron un crecimiento acumulado de aproximadamente 140 puntos porcentuales más que el de una empresa informal.
Uno de los principales motivos, es que un negocio formal tiene acceso a financiamientos tanto gubernamentales como privados, a créditos bancarios, así como a inversionistas, lo cual le permite desarrollarse y cubrir necesidades básicas, generando más ganancias y la oportunidad de entrar a un mayor número de mercados.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, incorporar una empresa a la economía formal implica:
· Darse de alta ante las instancias de Gobierno correspondientes.
· Cumplir con el pago de impuestos, seguridad social y leyes laborales.
Cabe mencionar que estos trámites ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) o el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), son requerimientos que también protegen a los emprendedores de sanciones y conflictos legales.
Otras ventajas de formalizar una empresa son:
· Hacer pública la calidad de empresario.
· Hacer visible al empresario frente a sus clientes.
· Brinda seguridad jurídica.
· Protege el nombre de la empresa y la legitimidad del negocio.
· Facilita su participación en licitaciones y procesos de selección del Estado.
· Brinda la posibilidad de inscribirse en capacitaciones gratuitas, foros y ferias.
· Participación en ruedas de negocios nacionales e internacionales.
Beneficios adicionales
El empleo formal también tiene un impacto en el ingreso y bienestar de los trabajadores, al garantizarles condiciones básicas como salario mínimo, aguinaldo, seguridad social y protección contra discriminación o despidos injustificados.
La organización especialista en temas económicos, México ¿cómo vamos?, explica que el empleo formal tiende a ser más productivo, ya que el empleador invierte en capacitación, maquinaria y tecnología.
Esto también permite mejores salarios que el empleo informal, pues por cada 100 pesos que recibe un trabajador formal, uno informal percibe únicamente 55.
Con ello, se logra prosperidad y una mayor movilidad social, ya que, el 70% de los ingresos de una familia proviene del trabajo y sólo 20% vienen de otras fuentes, tales como apoyos gubernamentales o remesas.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que, hasta el 31 de diciembre de 2023, había 22 millones 24 mil 386 empleos formales. La población ocupada en los micronegocios creció en 703 mil personas; en los establecimientos pequeños 412 mil y en los grandes 115 mil.
Las cinco entidades que más generaron empleo formal fueron Quintana Roo, Nuevo León, Querétaro, Baja California y Coahuila.
Esto resulta importante, ya que el Fondo Monetario Internacional reporta que entre más crecen las empresas, mayores son los niveles de ingresos per cápita del estado.
Y es que la formalidad implica una mayor recaudación de impuestos, lo cual sirve para financiar proyectos de desarrollo social, obras públicas, servicios médicos, educación, impartición de justicia, seguridad o programas públicos, es decir, todos los ciudadanos se ven beneficiados con ello.
Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), por cada 100 pesos generados del PIB del país, 78 son de mexicanos que laboran en la formalidad.
Los retos para alcanzar la formalidad
El problema de la informalidad está arraigado en la economía mexicana y ha persistido por décadas y, aunque ha habido avances en los últimos años, aún existen varios retos para lograr la formalización de la economía.
Por un lado, el Gobierno debe flexibilizar los requisitos para constituir un negocio formal y acabar con inercias que impiden que las empresas crezcan, promoviendo una mejora regulatoria.
Asimismo, se tienen que implementar políticas públicas que promuevan la inversión pública y privada con un entorno económico más competitivo y atractivo.
Y es que la falta de recursos es la principal razón que impide a una empresa entrar a la economía formal, ya que otorgar prestaciones, cubrir las cuotas del seguro social, del sistema de ahorro y pagar impuestos implica un costo que no todos pueden cubrir, sobre todo, en los primeros años de comenzar a operar.
Es por ello, que un entorno económico adecuado, incentivos fiscales y el acceso a financiamiento son claves para avanzar en la formalización.
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