La economía mexicana mostró ser resiliente ante los factores internos y externos, lo cual se reflejó en un incremento sostenido durante el primer semestre de 2023, por lo que el Banco de México elevó su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para la última parte del año, pasando de 2.3 a 3 por ciento.
En su último informe, el órgano autónomo estableció que, para mantener la solidez macroeconómica del país, es fundamental la disciplina fiscal, un sistema financiero sano, la estabilidad de precios y fomentar un ambiente propicio para la inversión y la actividad productiva.
En este último punto, el impulso a las pequeñas y medianas empresas resultará fundamental para alcanzar las metas para el cierre de 2023, ya que representan más del 95% del universo total de negocios en el país y contribuyen con aproximadamente 52% del PIB, de acuerdo con el INEGI.
Asimismo, las 4.9 millones de micro, pequeñas y medianas empresas registradas en el territorio nacional generan entre el 60 y 70% de los empleos.
Sin embargo, los economistas apuntan que el reto será dejar de verlas como pequeñas unidades aisladas y reconocer su importancia para la economía nacional para evaluar cuáles son sus fallas y proponer soluciones para mejorar su desempeño.
La organización México, ¿cómo vamos? identifica que una de las principales barreras que impide el crecimiento de las pymes es la baja productividad, la cual se ve afectada por limitaciones de financiamiento, falta de inversión en capital físico y poca capacitación a los empleados.
En tanto, la Asociación de Emprendedores de México (Asem) reporta que 68% de los propietarios de pequeñas y medianas empresas fracasan debido a falta de conocimiento del mercado, mala administración del negocio o escasez de capital de trabajo.
¿Cómo mantener una pyme?
La liquidez de una empresa es fundamental para su sobrevivencia, por lo que los dueños de pymes buscan, entre una amplia gama, opciones que les permitan sostener los gastos básicos.
Los créditos bancarios o con plataformas financieras, son las más comunes, y para acceder a ellos, las empresas son evaluadas en distintos aspectos.
De acuerdo con especialistas, la mejor opción para obtener recursos es una oferta personalizada y flexible, que garantice la reducción de inyección de capital e impulse el crecimiento de la empresa, resolviendo con ello otros retos como: cuidar su rentabilidad y mejorar el manejo de deudas.
De igual forma, permitirá solventar los gastos considerados necesarios: nóminas, impuestos, materia prima o renta, en caso de carecer de ingresos.
A pesar de que los pequeños y medianos empresarios del país generan entre 10 y 100 empleos por negocio, dependiendo el tamaño del negocio, sólo 11.4% tiene acceso a financiamiento.
Los empresarios tienen la posibilidad de solicitar apoyo a instancias bancarias, incubadoras de negocios, inversionistas, capital semilla o solicitar apoyo gubernamental.
Sin embargo, la principal herramienta de financiamiento para las pymes son las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), ya que permite a las empresas acceder a créditos con mayor facilidad y adaptados a sus necesidades, incluso con tasas de interés menor a las de los bancos comerciales.
Dichas entidades anónimas tienen la finalidad de otorgar créditos, arrendamientos, factoraje o cualquier otro tipo de financiamiento similar a estos, y es importante verificar que tenga registro vigente ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
En caso de conseguir un financiamiento, es importante una planeación para implementar los recursos para su optimización o también para resolver crisis. De esta forma, un crédito ayudará al negocio y garantizará la posibilidad de crecimiento.
Por ello, los dueños de pymes deben estudiar el comportamiento de sus consumidores, sobre todo ante los constantes cambios económicos o escenarios como la pasada emergencia sanitaria por coronavirus, la cual, incluso, modificó la forma de consumo y ante ello, se volvió prioritario adaptar las estrategias del negocio.
Al garantizar la productividad y crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, se estará apoyando un sector clave para la economía mexicana, lo que asegura empleos formales, capacitación y condiciones labores que se verán reflejados en un progreso social.
La transformación digital
La sostenibilidad y transformación digital, son otros de los retos importantes que los negocios en México deben atender con miras al cierre del 2023.
Y es que para los economistas, en este año concluye la etapa de acondicionamiento de los comercios tras la pandemia de Covid-19, en la que tuvieron que adaptarse a las nuevas demandas y herramientas digitales para satisfacer al consumidor.
La OCDE no tiene previsto un escenario de recesión para Estados Unidos, pero sí un debilitamiento gradual en la segunda mitad de 2023.
Por ello, la Secretaría de Economía ya contempla apoyos a emprendedores, no sólo para establecer con mayor facilidad sus empresas, sino consolidarse y evolucionar para mantener el crecimiento económico y la generación de empleos formales.
La dependencia reconoce que las oportunidades económicas no están necesariamente en la industria manufacturera tradicional, debido a los avances tecnológicos derivados de los procesos de automatización y digitalización de las industrias.
Es así que se estima que la competitividad se concentrará en el desarrollo del conocimiento y en las llamadas industrias del futuro: tecnologías de la información, biotecnología, robótica, energías renovables, entre otras opciones indudables para los emprendedores.
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